CUENTO DE MONGOLIA
CUENTO DEL TORO

Finalmente, el toro murió. Una zorra estuvo tres años comiéndoselo y lo terminó. Después de esto, sólo quedó en el suelo el omóplato del toro. Sobre aquel omóplato setenta guerreros acamparon y levantaron setenta tiendas. Después que los guerreros se marcharon, vino un pájaro y se llevó el omóplato en el pico. El ave se posó en los cuernos de un macho cabrío. Debajo de las barbas del macho cabrío vivía un viejo con su mujer. Al pájaro se le cayó el omóplato dentro del ojo del viejo. Juntáronse los vecinos con palas y azadones, pero no pudieron sacarle el omóplato. Entonces la vieja le lamió el ojo y sacó el omóplato…
¿De todo esto qué era lo mayor? Si se respondiera: «El omóplato», sería la idea de un tonto. Si se respondiera: «El águila», sería la opinión de un inculto. Si se respondiera: «El viejo», sería el pensamiento de uno perspicaz. Si se respondiera: «La vieja», sería la idea de un miope. Si se respondiera: «El macho cabrío», sería el pensamiento de un sabio. Si se respondiera: «Los setenta guerreros», sería el pensamiento de uno con multitud de ideas.

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